El agua es una fuerza poderosa. Cualquier duda al respecto puede borrarse mediante una simple visita al Gran Cañón. Y si bien su casa no corre ningún riesgo de transformarse en una de las Siete maravillas del mundo, el agua puede causar estragos a una escala mucho menor.
Los daños causados por el agua pueden tener distintos orígenes: inundaciones, caños que han reventado, techos con goteras, filtraciones, etc. Muchos son obvios, igual que los daños que causan. Sin embargo, aunque no pueda ver el daño de inmediato, un lento flujo de agua a menudo puede ser peor que una pérdida obvia. Si no se lo trata, puede provocar:
- Corrosión en las cañerías
- Daños en los cimientos
- Malos olores
- Moho
¿Cómo protegerse de esta amenaza? Una inspección profesional puede ayudar. El uso de dispositivos avanzados de detección de humedad, sumado a años de experiencia, con frecuencia permite detectar daños causados por el agua mucho antes de que se transformen en un problema.
Foto: cortesía de Bruce Wingate, East Coast Home Inspections.